Tener una segunda residencia para disfrutar del tiempo libre es un lujo que no todas las personas se pueden permitir. Estas viviendas pensadas para el ocio también generan gastos importantes para su dueño, aunque solo se usen en determinados momentos del año. El mantenimiento, la alarma de seguridad y la póliza de seguro son solo algunos gastos a los que debemos hacer frente económicamente cuando decidimos adquirir una nueva propiedad para el disfrute o para beneficiarnos de alguna rentabilidad al ofrecerla como alquiler turístico.
Al margen de ello, es importante asegurar nuestro patrimonio y blindarse ante posibles percances, a los que podríamos hacer frente sin mayores inconvenientes si contamos con una protección integral, eso sí, sin gastar más de lo necesario.