Las estadísticas lo dejan bastante claro: el 80% de las enfermedades de la vida moderna son producto directo del estrés crónico. La Asociación Americana del Corazón y la OMS estiman que el estrés y las enfermedades causadas por él serán la causa principal de las enfermedades físicas y mentales para el 2030. El aumento de la incidencia de enfermedades cardíacas, o autoinmunes, tener un sistema inmunológico cada vez más debilitado, experimentar ansiedad, depresión y burnout (entre muchas otras) son síntomas de una sociedad que experimenta niveles de estrés cada vez más elevados y que no cuenta con recursos individuales y colectivos para regenerar el equilibrio perdido en su salud.
Así que, ¿Cómo combatirlo?
Te damos 4 consejos para que puedas utilizarlos en tu día a día:
1. Meditación y Mindfulness: han demostrado ser efectivos para reducir la ansiedad, mejorar el estado de ánimo y aumentar la resiliencia ante situaciones estresantes.
2. Realizar prácticas de Yoga: Esta práctica ayuda a reducir el estrés al promover la relajación muscular, mejorar la flexibilidad y fortalecer la conexión mente-cuerpo.
3. Respiraciones conscientes: Las técnicas de respiración consciente implican tomar conciencia de la respiración y utilizarla como una herramienta para reducir el estrés y promover la relajación. Estas técnicas son simples de aprender y pueden practicarse en cualquier momento y lugar para aliviar el estrés y la ansiedad.
4. Ejercicio aeróbico: El ejercicio aeróbico, como correr, nadar o montar en bicicleta, mejora la salud física y mental y producen sensaciones de bienestar y reducen la percepción del dolor. Además, el ejercicio regular ayuda a mejorar la calidad del sueño, reducir la tensión muscular y mejorar la función cognitiva. Incorporar actividad física aeróbica en la rutina diaria puede ser una estrategia efectiva para gestionar el estrés y mejorar el bienestar general.