Un resbalón, una caída y, en el peor de los casos, disparar por equivocación contra una persona. La caza es una actividad que puede causar daños corporales serios a quien la practica y, sobre todo, a terceras personas.
Por ello, uno de los requisitos que la ley exige para que la caza tenga validez, es estar en posesión de un seguro de caza que garantice la Responsabilidad Civil por daños personales y materiales causados a terceros durante el ejercicio de la actividad. Sin embargo, existen seguros más especializados que ofrecen garantías adicionales como la cobertura a nivel mundial.