Vivir de alquiler tiene muchas ventajas, pero también algunos inconvenientes que quizás nunca te habías planteado. Imagina por un momento que te descuidas y dejas un grifo abierto. Como consecuencia de ello se inunda la casa provocando, a su vez, goteras en el piso de abajo. ¿El seguro de hogar cubre al inquilino? ¿Quién sería el responsable de correr con los gastos de reparación?
Lo primero que debes saber es que la ley no exige la contratación de un seguro de hogar y, además, señala que el inquilino es responsable de mantener la propiedad en buen estado y entregarla en las mismas condiciones en las que la recibió.
Aunque eso no es todo, ya que el arrendatario debe hacerse cargo de solucionar cualquier daño causado a la vivienda o a la de un vecino. Es en estos casos cuando contratar un seguro de hogar para inquilinos puede evitarte más de un dolor de cabeza y ahorrarte un dinero.
Así pues, es importante que los daños a terceros y también los accidentes, robos u otros siniestros como los incendios estén cubiertos por un seguro de vivienda alquilada que, en otras palabras, es una póliza de hogar que se adapta a las necesidades del inquilino y pone a su disposición las coberturas convencionales y otras garantías adicionales que lo protegen en caso de cualquier eventualidad.