Tanto si el problema de congelación es simple y lo podemos resolver nosotros mismos, como si es más grave, es interesante saber qué hacer para descongelar las tuberías.
El primer paso será identificar el tramo exacto en el que se ha producido la congelación. Para ello, bastará con abrir los grifos de la casa uno por uno y observar por cuál de ellos no corre el agua. Una vez detectadas las tuberías congeladas, podemos:
● Utilizar un secador de pelo para aplicar calor sobre la tubería. Es la alternativa más sencilla.
● Mojar un trapo con agua caliente y apoyarlo en la cañería. También, podemos colocar el paño seco sobre la tubería congelada y verter agua caliente en él.
● Emplear un soplete de gas. Sin duda, la opción más rápida, pero también la más peligrosa. Habrá que extremar los cuidados, mantener la llama en movimiento y hacer uso del soplete exclusivamente en las tuberías metálicas.
La prevención es nuestra mejor aliada cuando llegan las bajas temperaturas. No obstante, si descubrimos tuberías congeladas en casa, podemos aplicar alguno de estos consejos. Y si observamos que el problema es demasiado grave, lo más conveniente será llamar al seguro o a un especialista. Aunque, también es posible contactar a través del formulario con asesores que nos orientarán sobre lo que podemos hacer para reducir los daños.