El IVA es un impuesto indirecto que grava el consumo de bienes y servicios. Es decir, no se paga directamente al estado, sino que se incorpora al precio final de los productos y servicios que adquirimos. Este impuesto es esencial para las finanzas públicas, ya que representa una fuente importante de ingresos para el estado.
En los productos básicos, busca ser lo menos gravoso posible, aplicando el IVA reducido o superreducido en lugar del tipo general. De este modo, se facilita el acceso a bienes esenciales, como alimentos y medicamentos, especialmente para los sectores más vulnerables de la población.