Parece que a veces subestimamos los efectos de la humedad y creemos que sus consecuencias solo son perjudiciales para nuestros muebles, ropa, libros, paredes, techos y otros elementos y zonas de la casa. A esta realidad se suman los problemas de salud: dificultad respiratoria, alergias, asma, rinitis, bronquitis, infecciones respiratorias…
Lo ideal es que la humedad relativa (cantidad de humedad atmosférica presente en relación con la cantidad que estaría presente si el aire estuviera saturado) se sitúe entre el 40% y el 55%.
Conviene no tomarse este problema a la ligera. Mejor asegúrate de revisar posibles causas como: desperfectos en el sistema de la calefacción, aislamiento deficiente y problemas en la construcción. ¡Siempre es mejor prevenir que lamentar! Con los siguientes consejos te explicamos cómo reducir la humedad en casa.