¿Qué cubre el seguro a todo riesgo para una moto?

04/10/2022
Qué cubre el seguro a todo riesgo para una moto
Si bien la Ley tan solo exige a los conductores contar con un seguro a terceros, existen coberturas adicionales según el nivel de protección que busque el propietario de un vehículo. En este sentido, el seguro de moto a todo riesgo ofrece la máxima protección y, por tanto, aporta mayor tranquilidad. 
La responsabilidad civil obligatoria es la cobertura mínima por ley que hay que tener, e incluye los daños físicos o materiales a terceras personas que pueden producirse durante la conducción. Entre las garantías que seguro a todo riesgo para motos, está también la responsabilidad civil voluntaria, a través de la cual se amplía el límite de la indemnización máxima. De esta forma, la mayoría de los siniestros de responsabilidad civil estarían cubiertos. 
Dadas las características de una moto en comparación con un vehículo de cuatro ruedas, la gran parte de los accidentes de moto perjudican únicamente al motorista y a su acompañante, si se da el caso. Por este motivo, esta garantía cubre los daños físicos, la invalidez, la asistencia sanitaria y el fallecimiento de ambos.
La asistencia en carretera es uno de los siniestros más habituales. Por esta razón, el seguro a todo riesgo facilita su cobertura, tanto en caso de avería, como de accidente. Además, esta garantía también incluye la asistencia al conductor, es decir, ofrece al motorista los medios para regresar desde el lugar del siniestro, y la atención médica necesaria en caso de accidente, incluso si ocurre fuera de España.

Otra de las garantías recurrentes que cubre el seguro a todo riesgo para moto son la pérdida total o la indemnización de los daños parciales por un robo o un incendio.

Si la moto es declarada “siniestro total” debido a un incendio o no aparece tras el robo, el seguro calculará la indemnización en función de la antigüedad del vehículo y su valor se establecerá como “nuevo”, “venal” o “de mercado”, según lo dispuesto en la póliza.

No obstante, cabe señalar que el seguro de moto a todo riesgo no suele incluir el robo de los elementos que se transportan en el vehículo y que, en el caso de incendio, algunas aseguradoras excluyen de su cobertura determinadas causas del fuego.

Una de las mayores ventajas de esta póliza es su garantía de daños propios, es decir, los daños que sufra la moto durante un siniestro quedan cubiertos independientemente del responsable del accidente. De este modo, la aseguradora se ocupa de la reparación de la moto y de la sustitución de las piezas necesarias. Si, en cambio, el coste del arreglo es superior al valor de la moto en el mercado, la compañía podrá declarar un “siniestro total”.

Si, tras un accidente, la aseguradora considera que el valor de la reparación es superior al del valor actual de la moto, esta podría declarar un “siniestro total”. En este caso, la empresa ofrecerá una indemnización que, dependiendo de la fecha de su primera matriculación, se establece según la antigüedad de la moto.

De todos modos, aunque la indemnización suele ser del 100 % del valor “a nuevo” de la moto, conviene revisar el sistema que establece la póliza, ya que el porcentaje variará si la fecha del siniestro fuera superior a un año desde la matriculación.

La franquicia es una alternativa que ofrece la empresa aseguradora para compartir riesgos a cambio de una reducción en la prima anual. De este modo, el motorista se compromete a correr con los gastos de la reparación en caso de siniestro, siempre y cuando sean inferiores al límite económico establecido por la aseguradora. A partir de cierta cantidad, será el seguro el que asuma los costes de la reparación.

Estos son los servicios más relevantes que cubre el seguro a todo riesgo para una moto. Sin embargo, algunas pólizas ofrecen coberturas adicionales e, incluso, ofertas exclusivas. Así que si necesitas ayuda, contacta con alguno de nuestros asesores a través del formulario.

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