A menudo, el seguro de la moto suele ser nominal, lo que implica que el contrato está asociado a una persona y no al vehículo en sí. De esta manera, solo cuando esta sea el conductor, la moto estará cubierta frente a cualquier incidente.
Sin embargo, puede darse que quien utilice la moto habitualmente sea una persona diferente al tomador y al propietario. En este caso, y con el fin de que la aseguradora responda en situación de percance, el conductor debe estar declarado en la póliza. También hay modalidades donde cualquier persona que cumpla ciertas características (edad o número de años de carnet) puede hacer uso de la motocicleta.
Pero, conducir la moto con el seguro a nombre de otro es mucho más habitual de lo que pueda parecer. De hecho, por ejemplo, una práctica común durante una venta es que el posible comprador le pida al propietario que le deje usar el vehículo y así comprobar su funcionamiento. En ese caso, el seguro le cubrirá o no dependiendo de las especificaciones de cada contrato.
En definitiva, conducir una moto con el seguro a nombre de otro estará condicionado por el tipo de póliza que tenga contratada el propietario y sus términos, así como de las características del propio conductor.