Ya sea porque nos hemos visto en la necesidad de alquilar nuestra propiedad o simplemente porque disponemos de un piso que no utilizamos y del que podemos sacar rentabilidad, debemos ser conscientes de que arrendar una vivienda puede acarrear algunos inconvenientes. Como propietarios, es nuestra responsabilidad atender las necesidades de nuestros inquilinos y, a cambio, esperamos el pago a tiempo de un canon de arrendamiento mensual previamente establecido. En definitiva, se trata de una relación contractual en la que cada uno debe asumir ciertos compromisos.
Sin embargo, quien más afectado puede verse en un momento dado ante el impago de alquiler es el arrendador. Si te encuentras en esta situación, nuestra primera recomendación es que intentes conversar con el arrendatario con el fin de llegar a un acuerdo, sobre todo si se trata de un perfil que quieres conservar. En alguna ocasión es preciso ser flexible y entender si se trata de un hecho puntual.