Los azulejos, el inodoro y la ducha son algunos de los elementos que en los que se pueden originar un incidente en el aseo. De hecho, las pólizas suelen incluir numerosas coberturas para resolver los problemas que puedan surgir en el baño del hogar.
Una de las instalaciones que más preocupación despierta entre los propietarios es la mampara. A fin de cuentas, los daños debido a ella son más habituales de lo que pueda parecer. Un resbalón que provoque un codazo o un golpe accidental con la alcachofa de la ducha son algunas de las causas más frecuentes de que el cristal se rompa. Sin embargo, la buena noticia es que, independientemente del modelo, la mayoría de los seguros de hogar cubren su rotura.
Los cristales fijos de la casa, como las ventanas, la vitrocerámica, los espejos y la mampara de la ducha suelen estar protegidos por el seguro del hogar. De hecho, no existe una única garantía que cubra la mampara, sino que este elemento se incluye en la de roturas, de daños materiales o una específica de cristales. Esto ya dependerá de cada aseguradora.
Además, es posible que encuentres algunos inconvenientes con las mamparas más sencillas y económicas, ya que estas utilizan materiales diferentes al cristal, como algunos derivados del plástico. En este caso, es muy probable que tu póliza del hogar no cubra la rotura de la mampara de la ducha. Asimismo, debes tener en cuenta que, según la gravedad del accidente, en ocasiones debe instalarse una nueva, de modo que deberás comprobar si se añade esta cobertura.
Independientemente de esto, cada compañía es diferente, así que, si el seguro del hogar no cubre la rotura de la mampara de la ducha, es importante que incluyas esta garantía en la póliza cuanto antes.