Si bien los cortes de luz no son frecuentes, puede darse el caso en que regreses a casa y compruebes que la comida de la nevera se ha echado a perder. La buena noticia es que el seguro del hogar puede cubrir esto. Sin embargo, para ello es imprescindible haber contratado previamente esta cobertura adicional.
En caso de deterioro o putrefacción, todos los productos refrigerados —tanto de la nevera como del congelador— quedan cubiertos por la garantía de pérdida de alimentos del seguro del hogar. Por lo que, si se produce una avería del frigorífico, un fallo eléctrico en la vivienda o un corte del suministro, recibirás la indemnización correspondiente.
No obstante, la respuesta del seguro dependerá de las causas exactas. Es decir, si se produce por motivo de una avería o un corte de electricidad ajeno al funcionamiento del frigorífico, la aseguradora podrá pedir la factura de reparación u otro documento que explique el siniestro.
De modo que, antes de llevar a cabo la reclamación, conviene anticiparse y solicitar un justificante a la empresa de suministro eléctrico. En este documento deberá acreditarse que la pérdida de los alimentos se debe a un corte de electricidad independiente del funcionamiento de la nevera.