Antes de contratar a un albañil conviene que tengas en cuenta algunos aspectos para garantizar su seguridad. Uno de los pasos más sencillos que puedes llevar a cabo es elaborar un documento donde queden por escrito las tareas que desempeñará el empleado, los riesgos del trabajo, el coste y el tiempo estimado de la obra. Si, en cambio, decides contratar a una empresa, comprueba sus antecedentes para descartar reclamaciones y denuncias por mala praxis. Para hacerlo, tan solo necesitarás el CIF.
Otros documentos que te recomendamos solicitar son:
● Modelo TC1 y TC2 de la Seguridad Social. A través de ellos podrás verificar las cuotas de cotización de cada trabajador que participe en la reforma.
● Seguro contra accidentes personales o cualquier tipo de cobertura que lo proteja ante posibles imprevistos.
● Seguro de Responsabilidad Civil que cubra, al menos, 300 000 euros.
● Documentación que acredite la solvencia con Hacienda y la Seguridad Social.
● Factura por concepto de finalización de obras que será esencial para realizar cualquier reclamación.
Aunque es razonable que te preguntes “¿me puede demandar un albañil por accidente?”, estas situaciones son poco habituales. Contratar trabajadores que tengan una formación inadecuada o que todavía no la hayan completado puede parecer una forma de ahorrar dinero, ¡pero terminará saliéndote muy caro! Por esta razón, conviene que estés preparado e informado ante este tipo de imprevistos y te asegures de la profesionalidad del albañil o empresa que lleve a cabo la reforma. Si tienes cualquier pregunta, contacta con nuestros asesores para resolver todas tus dudas.