Algunos conductores prefieren tener un vehículo único, por lo que están dispuestos a invertir tiempo y dinero en modificaciones para dotar sus coches de un aspecto y personalidad distinta.
La cuestión es que, al igual que un automóvil convencional, los tuneados también deben disponer de una póliza de coche para circular sin inconvenientes. Por ello, existe el seguro tunning para automóviles. Se trata de un producto destinado a proteger a aquellos vehículos que, debido a las variaciones a las que han sido sometidos, son más propensos a sufrir algún tipo de accidente o a convertirse en presa fácil de los ladrones.
Todos estos riesgos que aumentan cuando se asegura un coche tuneado, son tenidos en cuenta por la aseguradora a la hora de establecer la prima y a la hora de decidir si efectivamente les interesa asegurar el vehículo.
En definitiva, es menos complejo y menos caro asegurar un coche que no haya sufrido ningún tipo de variación en su estética o en su mecánica que cubrir a un vehículo tuneado.