Comencemos por lo básico: ¿cuándo debe pasar la ITV un coche nuevo? Esta es la pregunta que muchos conductores noveles se hacen. Pues bien, un automóvil recién sacado del concesionario debe pasar su primera revisión a los cuatro años. A partir de ahí y hasta los 10 años de antigüedad, se debe llevar a cabo cada dos años.
Cuando el coche cumpla los 10 años desde su fecha de matriculación, el chequeo deberá realizarse con carácter anual.
De manera amplia, podríamos decir que no existe un mínimo ni un máximo de defectos admitidos, pero lo que sí debes saber es que, aunque existen fallos “leves” por los que no te penalizarán, sí que existen otras razones de peso por las que no te permitirían seguir circulando hasta corregirlas. Algunas de ellas son:
En términos generales, los fallos que puede tener tu coche al pasar la ITV se clasifican en leves, graves y muy graves y no en todos los casos estás obligado a volver a pasar la inspección para probar que has corregido la avería o el desperfecto, salvo en los casos graves, en los que te obligarán a pasar nuevamente la inspección en el plazo de un mes y no podrás circular más que de camino al taller.
Cuando se trate de faltas muy graves, te podrán inmovilizar el coche y hasta retenerte la documentación.
Con la entrada en vigor de la nueva normativa de la ITV, se ha establecido un control más exhaustivo, no solo a nivel técnico, sino también a nivel administrativo, por lo que todos aquellos propietarios que necesiten pasar la ITV con éxito deberán aportar la siguiente documentación con carácter obligatorio:
La ficha técnica, también conocida como “tarjeta ITV”, se debe presentar si hemos pasado una revisión con anterioridad.
Acabadas todas las pruebas, el inspector preparará un informe en el que detallará el estado del coche y todas las faltas leves y graves en caso de que existan. La entrega de la pegatina es la señal definitiva de que efectivamente has pasado tu primera ITV. En caso contrario, tendrás que acudir al taller y solicitar una revisión de todas las faltas que no te han permitido pasar la revisión.
A propósito de la pegatina, ten en cuenta que es obligatorio colocarla en el ángulo superior derecho del parabrisas por su casa interior.
¡Te arriesgas a mucho! Si la Guardia Civil detecta que no tienes la ITV en vigor, pueden inmovilizarte el coche y recibir una sanción. Circular con una ITV caducada se penaliza con una multa de 200 euros, la misma que se aplica a aquellos conductores cuya inspección ha sido desfavorable y siguen circulando.
Por otro lado, si decides conducir con un resultado negativo, no solo podrías ser sancionado, sino que, en caso de accidente, tu póliza de automóvil o tu seguro de furgonetas, podría no cubrir ciertos daños.
