Reducir nuestros gastos y ahorrar dinero, ahora más que nunca es indispensable. La actual crisis económica provocada por la pandemia derivada del COVID-19 nos obliga a ser mucho más comedidos y responsables con nuestras finanzas. Los gastos anuales de un coche son uno de los que más infla nuestro presupuesto mes a mes. Desde Allianz hemos querido recopilar tres recomendaciones que te ayudarán a mantener a raya tus gastos y a contar con la capacidad financiera necesaria para afrontar la hipoteca, la factura de la luz o el pago del seguro de coche. Es hora de poner en orden tu economía. ¡Vamos a ello!
Presta atención a tu forma de conducir y ahorra dinero en combustible
¿Repostar en día de semana o hacerlo durante el fin de semana? ¿Llenar el depósito cuando esté totalmente vacío o no? Todas son preguntas cuyas respuestas no siempre conocemos y la verdad es que emplear algunos trucos puede tener un impacto positivo a la larga en nuestro bolsillo. En primer lugar, los expertos nunca aconsejan llenar el tanque de combustible cuando esté totalmente vacío, ya que cuanto mayor es la cantidad de aire que hay en el depósito, aumenta la evaporación y por ende el consumo.
Según la DGT (Dirección General de Tráfico) conducir de forma eficiente puede ayudarnos a controlar los gastos anuales de un coche. Para ello es importante utilizar marchas largas a bajas revoluciones todo el tiempo que sea posible, así como mantener una velocidad constante y uniforme evitando frenazos innecesarios. Y ¿qué hacer cuando hay pendientes? Lo más recomendable es retrasar la reducción de marchas y acelerar moderadamente siempre que sea posible. En cambio, durante la bajada es mejor conducir en marchas largas y circular por inercia.
Si tienes posibilidad, alterna el uso del coche con el transporte público. Es una excelente forma de ahorrar dinero, pero también una manera de combatir el serio problema de la contaminación atmosférica y el cambio climático al que de manera inminente ya no estamos enfrentando.
El seguro del coche
No podemos negarlo. Proteger nuestro coche ante los peligros de la carretera y los accidentes fortuitos cuesta dinero. Sin embargo, escatimar en aquello que nos salvaguarda nunca debe ser una opción. Lo que sí es importante es involucrarse al máximo en la contratación de la póliza de auto más conveniente para nuestro coche. Esto implica, entre otras cuestiones, comparar los precios y coberturas que ofrecen las distintas empresas aseguradoras. Valora, como mínimo, unas tres ofertas.
Ya que el seguro del coche es uno de los costes fijos que más abultan nuestros presupuestos, una forma de proteger nuestro bolsillo es contratando una póliza a la medida de nuestras necesidades. La idea es excluir aquellas garantías que no se ajustan en absoluto a nuestras circunstancias individuales. Por ejemplo, si eres dueño de un automóvil muy viejo y con mucho recorrido, quizás lo que más te convenga sea contratar un daños a terceros con franquicia en lugar de un seguro a todo riesgo.
Cumple con las revisiones periódicas del coche
Quien crea que retrasar reparaciones o mantenimientos no tiene un impacto negativo en las finanzas personales, se equivoca enormemente. Y es que saltarnos las revisiones anuales no solo pone en riesgo nuestra seguridad, sino que también obliga al coche a esforzarse y a estropearse más. Por ejemplo, unos neumáticos en mal estado, además de ser peligrosos, aumentan el consumo de combustible.
En cuanto a la elección del taller, aunque los oficiales de la red de concesionarios o de la propia marca nos puedan dar mayor sensación de seguridad, existen miles de alternativas generalistas que nos pueden ayudar a ahorrar en reparaciones, sin que eso implique la renuncia a la garantía o al plan de mantenimiento del fabricante.
No olvides que existen gastos adicionales al comprar un auto nuevo o de segunda mano y que cuando tomamos la decisión de cambiar de automóvil estamos adquiriendo un compromiso económico importante. Toma en cuenta todas nuestras recomendaciones y no permitas que conducir por la ciudad o irte de paseo se convierta en la peor pesadilla para tu bolsillo.