Como ves, no existe una indicación concreta ni obligatoria al respecto. No obstante, la Organización Técnica Europea de Neumáticos y Llantas, que regula los requisitos que deben cumplir las ruedas fabricadas y vendidas en Europa, da algunos consejos para mantener en óptimas condiciones al único elemento que tiene un contacto directo con la calzada.
Además de asegurar tu coche frente a todo tipo de riesgos, es importante que, pasados 10 años desde la fecha de fabricación de los neumáticos, los reemplaces por unos nuevos. ¿Por qué? Básicamente porque, después de tantos años, algunas propiedades de la rueda se deterioran y no ofrecen la misma seguridad al conducir. Independientemente de que la banda de rodadura no haya perdido suficiente grosor o no haya alcanzado el mínimo legal permitido para circular (1,6 mm), es importante que valores esta opción.
En cuanto a los kilómetros recorridos, tampoco existe una media que nos indique que ha llegado el momento de invertir en unos nuevos neumáticos. Sin embargo, lo normal es que a mayores distancias recorridas el desgaste sea más rápido. Asimismo, influirá el estado de la carretera por la que circulamos, el clima, una presión incorrecta o las condiciones en las que se almacenan los neumáticos. En cualquier caso, examinar la salud de las ruedas de nuestro vehículo y prestar atención a las señales que nos envían mientras conducimos, es vital para determinar si es necesario un cambio o no. Observa si existen pequeñas grietas en la goma o si la banda de rodadura ha perdido grosor.