Lo primero que debes saber es que la escritura original de la propiedad siempre estuvo en manos del notario con el objetivo de evitar falsificaciones y manipulaciones. De hecho, los propietarios suelen poseer una copia autorizada de las escrituras que tiene la misma validez legal que las originales.
No obstante, si has sufrido la pérdida de las copias originales, no te alarmes: puedes obtener una copia en la notaría donde esté archivada de forma permanente. Así que bastará con acudir al notario y solicitar una segunda copia.
Eso sí, si se trata de un tema de herencias, el notario te solicitará algunos comprobantes antes de expedir la copia de las escrituras originales perdidas, como el certificado de defunción del propietario o el testamento.
No obstante, puede ocurrir que firmases las escrituras hace mucho tiempo o que no recuerdes dónde lo hiciste. En este caso, tendrás que recurrir al Registro de la Propiedad, donde podrás solicitar una Nota Simple Registral para acreditar a quién pertenece la vivienda.
Para solicitar la Nota Simple Registral será necesario acudir al Registro de la Propiedad al que pertenece la vivienda. Este proceso suele tomar menos de 48 horas y refleja las hipotecas y gravámenes relacionados con el inmueble, así como la titularidad de la vivienda y los datos de la notaría donde se firmó la escritura.
También es posible solicitar la Nota Simple en la página web oficial de la Asociación de Registradores de la Propiedad. Para ello, tan solo tendrás que introducir el número de DNI, NIE o CIF del titular del inmueble.