Seguro de hogar sin cédula de habitabilidad: ¿es posible contratarlo?

17/12/2024
La cédula de habitabilidad es un documento clave para acreditar que una vivienda cumple con los requisitos mínimos para residir en ella de manera segura y salubre. Sin embargo, muchas propiedades carecen de esta certificación, lo que plantea dudas sobre si es posible contratar un seguro de hogar en estas condiciones. Te explicamos cuál es el papel de la cédula de habitabilidad, los seguros de hogar para propiedades sin ella y los riesgos asociados.
Seguro de hogar sin cédula de habitabilidad: ¿es posible contratarlo?
La cédula de habitabilidad es un documento básico cuya ausencia puede limitar el uso del inmueble y afectar trámites como la compraventa, el alquiler o la obtención de un seguro de hogar.
La cédula de habitabilidad es un documento oficial que certifica que un inmueble reúne las condiciones básicas de habitabilidad según la normativa vigente en cada comunidad autónoma. Este certificado garantiza aspectos como la salubridad, la estabilidad estructural y la eficiencia energética mínima de una vivienda.

Para obtener la cédula, los inmuebles deben cumplir una serie de requisitos básicos, que pueden variar según la región. Por regla general incluyen los siguientes puntos:

  • Disponer de un acceso seguro.
  • Tener una superficie mínima habitable.
  • Contar con instalaciones de agua potable, electricidad y saneamiento.
  • Cumplir normas de ventilación e iluminación.

El proceso para obtenerla suele requerir un informe técnico emitido por un arquitecto o aparejador, quien inspecciona la vivienda para verificar que cumple los estándares establecidos.

Aunque la cédula de habitabilidad es un requisito habitual, no siempre es imprescindible para contratar un seguro de hogar. La normativa española permite asegurar inmuebles sin ella bajo ciertas condiciones, lo que facilita la protección de propiedades que se encuentran en situaciones específicas.
Aunque la normativa española establece la necesidad de una cédula de habitabilidad para legalizar una vivienda, no prohíbe explícitamente la contratación de un seguro de hogar para inmuebles que carecen de este documento. Sin embargo, algunas aseguradoras pueden incluir la cédula como un requisito en sus condiciones generales.

Existen casos en los que las aseguradoras aceptan asegurar inmuebles sin cédula, especialmente cuando:

  • La propiedad está en proceso de regularización.
  • Se declara como inmueble destinado a usos distintos del residencial, como almacenes o segundas residencias en ruinas.

Se contratan seguros específicos que no contemplan coberturas de habitabilidad, limitándose a daños estructurales o responsabilidad civil.

Cuando una vivienda carece de cédula de habitabilidad, es posible recurrir a opciones específicas en el mercado asegurador.
Algunas compañías ofrecen pólizas adaptadas para propiedades que no cuentan con cédula de habitabilidad. Estos seguros suelen ser más limitados, cubriendo únicamente aspectos como daños estructurales, por fenómenos meteorológicos o robos.

Las coberturas varían en función del seguro, pero es frecuente que incluyan:

  • Daños materiales en la estructura.
  • Responsabilidad civil frente a terceros.
  • Robo y vandalismo, en algunos casos.

Sin embargo, es importante saber qué coberturas relacionadas con el uso habitual de la vivienda, como daños en bienes personales, pueden no estar disponibles.

La ausencia de una cédula de habitabilidad puede tener consecuencias significativas, tanto económicas como legales, para los propietarios.
Las viviendas sin cédula de habitabilidad tienden a perder valor en el mercado, ya que muchos compradores consideran esencial este certificado para garantizar la seguridad y legalidad del inmueble.
Sin cédula, pueden surgir obstáculos al momento de vender o alquilar la propiedad. Los bancos suelen negarse a financiar inmuebles que carecen de este documento, lo que limita las posibilidades de transacción.
Si tu vivienda no cuenta con cédula, es esencial iniciar los trámites para obtenerla. Este proceso garantiza que el inmueble cumple con los requisitos legales y facilita su uso para fines residenciales.

Para tramitar la cédula de habitabilidad, necesitas:

  • Acudir a tu ayuntamiento, rellenar un formulario, pagar una tasa y aportar documentos de identificación personal que indiquen que eres el propietario.
  • Un informe técnico de un arquitecto o aparejador.
  • Certificado energético actualizado.
Si la vivienda no cumple las condiciones necesarias, es recomendable consultar con un técnico sobre las reformas que podrían adecuarla a la normativa. Este proceso puede incluir mejoras estructurales, instalación de servicios básicos, o actualización de sistemas eléctricos y de saneamiento.
La pérdida de la cédula puede afectar la cobertura del seguro, ya que muchas pólizas exigen que la vivienda sea habitable. En caso de reclamaciones, la aseguradora podría limitar o denegar la compensación.

Sin cédula, las aseguradoras podrían argumentar que el inmueble no es apto para habitar y, por lo tanto, rechazar coberturas relacionadas con el uso residencial. Es fundamental revisar las condiciones generales de la póliza y consultar con la compañía aseguradora.

Tener una vivienda sin cédula de habitabilidad no significa que no puedas protegerla. Explora las opciones de seguro del hogar adaptados a tus necesidades y considera regularizar tu propiedad para maximizar su valor y seguridad.

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