¿Cómo funciona el aire acondicionado de un coche
Entender su funcionamiento es imprescindible si queremos hacer uso de él de manera inteligente y ahorrar combustible. Y es que, a diferencia de lo que muchas personas piensan, la única función del aire acondicionado del coche no es refrescarnos. Lleva a cabo otras tareas que demandan energía que proviene directamente del motor del auto.
Además de enfriar el habitáculo, el aire acondicionado condensa y elimina la humedad. De hecho, algunos modelos de coches ya incorporan filtros que se emplean en el sector sanitario y que son capaces de acabar con partículas nocivas como los ácaros o el polen.
El aire acondicionado trabaja como una especie de compresor que aspira el gas refrigerante y lo conduce hasta el condensador. Una vez que pasa a estado líquido, se vuelve a convertir en gas y se enfría. Finalmente, el aire pasa por las rejillas a través de un ventilador para distribuirse por todo el interior del auto.
Como ves, se trata de un procedimiento que contiene varias fases, lo que impacta directamente en el consumo de combustible. Ahora que ya conoces cómo funciona, te explicamos cómo utilizarlo de manera eficiente para ahorrar unos cuantos euros.
Antes de arrancar el coche, baja la temperatura
Cuanto más caliente esté el interior del coche, más energía se necesitará para enfriarlo. Por ello, lo más aconsejable es intentar disminuir algunos grados antes de poner en marcha el aire acondicionado. La forma más rápida y sencilla es bajando las ventanillas y abriendo y cerrando las puertas varias veces.
Si tu coche tiene techo solar, lo mejor es mantenerlo cerrado para que no entren los rayos del sol. Abrirlo en la autovía tampoco es recomendable si lo que buscas es reducir el gasto del coche.
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Usa la temperatura adecuada
Entonces, ¿ventanillas abiertas o cerradas?
¿Se puede ahorrar combustible si conducimos con las ventanillas bajadas? Depende principalmente de la velocidad a la que se circule. Por ejemplo, si un coche no supera los 80-90 km/h la entrada de aire que procede del exterior no tendrá gran efecto en el consumo de combustible. Es decir que, si tu trayecto es urbano, es aconsejable bajar las ventanillas en lugar de encender el aire acondicionado.
Por el contrario, si superas los 110 km/h, para mantener a raya el consumo de combustible, lo mejor será encender el aire. Esto es así puesto que cuando se conduce a más velocidad, el aire que entra frena el coche.