Como con cualquier otro tipo de coche, lo primero que debes hacer es colocar en la posición correcta los espejos retrovisores. Un buen ángulo de visión es clave para conducir con seguridad y evitar un accidente. Para ello, tendrás que centrar el espejo retrovisor interior con la luna trasera y enfocar los exteriores hacia el final de la carrocería del vehículo.
En cuanto a la posición del asiento, procura que la altura no te reste visibilidad del panel de instrumentos. Además, debes asegurarte de que tus rodillas no toquen el chasis. Otro truco para conducir un coche automático con total comodidad y confianza es inclinar el respaldo a unos 25 grados. Es decir que, cuanto más vertical esté, mejor será la conducción.
Un dato adicional para comprobar que estás en la posición correcta para poner en marcha tu vehículo automático es apoyar las muñecas en el volante y asegurarte de que puedes estirar por completo tus brazos.