Cuando se produce un siniestro, uno de los primeros pasos que debe realizar el conductor para acogerse a las coberturas de su seguro del automovil es dar parte a la compañía. En el sistema tradicional, es en este momento cuando el perito entra en escena, quien se encarga de evaluar los daños y los motivos de que se produjo el incidente. Una vez termina su trabajo, la aseguradora calcula los gastos y valora si hay posibilidad de indemnización.
Sin embargo, existe un proceso más rápido y sencillo al que pueden acogerse algunos conductores: el peritaje digital. Este método se aplica exclusivamente en siniestros leves y puede hacerse a distancia a través de fotografías y vídeos que contengan los daños que ha sufrido el vehículo.
La peritación digital del coche o la moto proporciona toda la información necesaria para que la compañía aseguradora ofrezca una resolución: las causas y circunstancias del siniestro, la autentificación de los informes, la recogida de los datos previos en caso de peritaje presencial y los documentos requeridos por el seguro.
No obstante, debes recordar que la peritación digital se aplica exclusivamente a los siniestros leves y que un incidente grave requerirá un perito presencial. Además, cuando existe la sospecha de daños ocultos, la compañía aseguradora también podrá programar una peritación física.