Hace ya dos años que entró en vigor el Real Decreto 20/2017 en el que se establece el tratamiento de todos los coches legalmente registrados después de su vida útil. Antes de esta fecha, los recambios se comercializaban libremente entre propietarios y talleres sin ningún requisito de por medio, constituyendo a un mercado relativamente rentable.
Sin embargo, a partir del 22 de enero de 2017, con la aplicación de este decreto, quedó totalmente prohibida la compra y venta de piezas y recambios de segunda mano entre particulares y/o talleres, a menos que el coche que las proporciona provenga de un CAT (Centro Autorizado de Tratamiento de Vehículos). El no cumplimiento de esta norma será perseguido y sancionado por las autoridades competentes, incluyendo a aquellas plataformas digitales que se presten como vitrina para ofrecer las piezas.
La novedad de este decreto es la precisión con la que describe el proceso que deben realizar los centros autorizados con los coches al final de su vida útil: qué medidas adoptar para que no se produzcan dobles financiaciones con el vehículo y sus componentes, y qué previsiones se toman sobre las obligaciones de los productores, entre otros.