Los talleres de reparación de automóviles son lugares a los que acudir para mantener y solucionar los problemas que aparecen en tu vehículo. Pero ¿qué pasa si se producen daños en el coche en un taller cuando se espera para ser revisado? En estos casos, es normal preguntarse quién es el responsable de cubrir su reparación.

En este artículo, analizaremos los posibles escenarios y las responsabilidades legales involucradas, así como el papel que puede desempeñar un seguro de coche en esta situación en la que se producen daños en el vehículo en un taller.

Daños en el coche en un taller, ¿quién cubre la reparación?

Cuando llevas tu coche a un taller para repararlo, puede ocurrir que sufra daños adicionales —como rasguños, abolladuras o incluso problemas más graves en piezas mecánicas o eléctricas. Por lo tanto, es esencial averiguar quién es el responsable y quién debe pagar por esos daños extras originados.

Tener un seguro de coche puede darte más tranquilidad en estas situaciones. Y es que si los daños están cubiertos por tu póliza y se demuestra que el taller es el responsable, la compañía asumirá los gastos de reparación. Por esta razón, es importante comprobar los términos de tu póliza y seguir los procedimientos adecuados para presentar una reclamación si es necesario.

En la mayoría de las jurisdicciones, los talleres de reparación de automóviles tienen la responsabilidad legal de cuidar adecuadamente de los vehículos que están bajo su custodia.

Esta obligación implica que la empresa debe tomar todas las precauciones razonables para garantizar la seguridad y la integridad del vehículo mientras esté en sus instalaciones. Esto incluye asegurarse de que el coche esté estacionado correctamente, evitando cualquier riesgo innecesario que pueda dañar el automóvil, y tratar con cuidado todas las partes y componentes del vehículo durante el proceso de reparación.

En consecuencia, si durante la estancia se producen daños en el coche en un taller, se considera que este establecimiento es el responsable de ellos. 

Si notas algún daño en tu vehículo después de recogerlo del taller, es esencial que actúes rápido. A continuación, te detallamos los pasos que debes seguir para resolver la situación de manera adecuada.
Tan pronto como recibas tu vehículo del taller, debes realizar una inspección minuciosa en búsqueda de posibles daños. Es importante hacerlo en el mismo lugar del taller y, en el caso de detectar algún problema, notificarlo de inmediato al personal del establecimiento.
Es esencial tomar fotografías detalladas del estado del vehículo y recopilar cualquier prueba escrita relacionada con los servicios efectuados en el taller, ya que esta información puede resultar crucial en el proceso de reclamación.
En el caso de detectar daños, debes notificar enseguida al taller sobre todos los problemas encontrados. Es preferible hacerlo por escrito para tener una evidencia documentada de la notificación.
Una vez que se ha evidenciado el problema, se podrá llegar a un acuerdo sobre cómo proceder con la reparación de los daños adicionales. En la mayoría de las circunstancias, el taller debería cubrir los costes de reparación, ya que durante el tiempo que el vehículo estuvo bajo su cuidado, este se hace también responsable de su integridad.

Aunque en la mayoría de los casos, como hemos dicho, los talleres asumen la responsabilidad y se hacen cargo de la reparación de los daños, puede haber situaciones en las que surjan disputas. En estas ocasiones, el rol del seguro de coche puede ser determinante, ya que existen opciones de integrar en la póliza a una asistencia legal para ayudar al propietario del vehículo a defender sus derechos y reclamar la compensación correspondiente.

Veamos las dos situaciones más frecuentes en las que puede surgir una controversia.

En ocasiones, el taller puede negar la responsabilidad de los daños o argumentar que ya existían antes de que el vehículo entrara en el taller. En estas circunstancias, la documentación y las pruebas recopiladas por el propietario pueden ser fundamentales para demostrar que los daños ocurrieron durante el período de reparación.

Puede haber desacuerdos sobre la extensión de los daños y el coste de la reparación. Por eso, es recomendable buscar la opinión de otro taller o un perito para evaluar los daños.

En resumen, si se producen daños en el coche en el taller, la responsabilidad recae generalmente en la empresa que se encargó de la revisión del automóvil.

Como propietario, es determinante que mantengas el buen hábito de inspeccionar tu vehículo antes de retirarlo y notificar cualquier daño descubierto. La documentación adecuada y la comunicación abierta entre el propietario y el taller son cruciales para resolver cualquier disputa que pueda surgir.

Por supuesto, siempre es recomendable intentar llegar a un acuerdo amistoso en primera instancia, pero si no obtienes una solución satisfactoria, es posible buscar una asesoría legal para proteger tus derechos y tus intereses. Consulta con nuestros asesores cualquier duda que te haya podido surgir con relación a todo esto.

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