Cuando llevas tu coche a un taller para repararlo, puede ocurrir que sufra daños adicionales —como rasguños, abolladuras o incluso problemas más graves en piezas mecánicas o eléctricas. Por lo tanto, es esencial averiguar quién es el responsable y quién debe pagar por esos daños extras originados.
Tener un seguro de coche puede darte más tranquilidad en estas situaciones. Y es que si los daños están cubiertos por tu póliza y se demuestra que el taller es el responsable, la compañía asumirá los gastos de reparación. Por esta razón, es importante comprobar los términos de tu póliza y seguir los procedimientos adecuados para presentar una reclamación si es necesario.