Elegir tu primera moto es una experiencia emocionante, sobre todo si buscas un medio de transporte propio, fácil y económico para estrenar tu carnet de conducir. A continuación, te damos algunos consejos prácticos para que evalúes tus necesidades y elijas la que más te convenga.
¿Cómo empezar a buscar?
Tras hacer una selección de las marcas que más te gustan, debes preguntarte qué uso le vas a dar a esa moto. Este es probablemente el factor más importante a tener en cuenta, pues es el que va a marcar el modelo que deberías tener: ¿va a ser tu vehículo diario? ¿La quieres para ocasiones puntuales? ¿La vas a usar como modo de trabajo? E inmediatamente deberás pensar en los pasajeros habituales que tengas: si va a ser de uso individual un modelo pequeño cumpliría tus necesidades, pero si, por ejemplo, debes llevar a tu pareja al trabajo todos los días, debes también pensar en su confort y optar por un modelo un poco más grande donde prime la comodidad de ambos.
Si quieres la moto para desplazarte por la ciudad y sus alrededores, la opción más económica, cómoda y práctica es la scooter. Son muy fáciles de conducir (lo que las hace ideales para novatos), son automáticas y no requieren demasiado mantenimiento. Al ser pequeñas, son perfectas para una sola persona y bastante seguras con respecto a la mayoría de modelos de motos en el mercado. No alcanzan grandes velocidades, pero van perfectas para el tráfico urbano.
Si vas a adquirir esta primera moto para darle un uso mixto, quizá quieras optar por un modelo más ligero de cilindrada media. Las del tipo naked, conocidas así por llevar el motor descubierto y no con un carenado como las deportivas, puede venirte bien. Tienen neumáticos más gruesos y resistentes, y un cuerpo sólido para recorrer grandes distancias. Las custom también pueden ser una buena opción, sobre todo porque puedes ajustar el tamaño a tu propia medida, aunque de precio puede resultar un poco más cara.
Si por el contrario quieres una moto solo para ocasiones específicas como pasar un par de días libres en un lugar cercano o irte de vacaciones, quizá quieras considerar un modelo más pesado, como las de turismo (con asientos más confortables), las deportivas e incluso las trail, si te sientes demasiado aventurero.
Otro factor a tener en cuenta es tu presupuesto. Aunque es muy apetecible decantarnos por un modelo de concesionario, el mercado de segunda mano puede ser una muy buena opción para presupuestos reducidos. En un modelo usado puedes sentirte más tranquilo ante primeros accidentes, choques o abolladuras, mientras te adaptas a ella, pruebas si te sientes a gusto y conoces mejor tu conducción en la vía pública.