Los coches automáticos no son los modelos más populares en los países europeos, entre otras cosas porque su precio suele ser más elevado, el gasto del combustible es mayor y las averías suelen ser más costosas de reparar. Sin embargo, como contraparte a estas desventajas encontramos que la conducción es más sencilla, y dicen que quienes se pasan al coche automático se olvidan para siempre del embrague.
Hace años los únicos modelos que encontrábamos con caja de cambios automática eran los que venían importados desde Estados Unidos; cajas por cierto muy rudimentarias que hacían que el consumo del coche aumentara a cambio de una conducción más cómoda. Hoy en día ambas opciones están disponibles en los concesionario cuando vas en busca de un coche nuevo, y ambas están cubiertas por nuestro seguro de coches, pero a la hora de decidir es mejor que tengas claras las ventajas y desventajas de cada uno.