Sin lugar a dudas, el escenario menos ideal es llevar al animal tumbado sobre la bandeja trasera detrás del conductor. En caso de accidente, la posición del animal provocaría lesiones graves e incluso mortales tanto en el animal como en el conductor.
Tampoco es conveniente sujetar al animal con su correa de paseo. No es considerado un sistema de retención y, además, supondría un riesgo importante de sufrir lesiones mortales tanto para la mascota como para el resto de los ocupantes del coche.
Uno de los sistemas más recomendables son los transportines pequeños colocados en el suelo. En caso de colisión, al tener poco espacio, la energía del impacto es absorbida pronto y apenas se deformaría el habitáculo del animal.
El arnés, aunque a simple vista puede parecer uno de los sistemas de retención más potentes, tiene sus deficiencias. Recordemos que los arneses se enganchan al cinturón de seguridad del vehículo, por lo que en caso de choque, la hebilla se rompería fácilmente.
Si prefieres usar este tipo de sistemas, entonces te recomendamos un arnés con dos enganches y un sistema de unión corto. De esta forma estarás evitando el desplazamiento del animal hacia adelante.
Por último, te recomendamos la importancia de revisar la temperatura del habitáculo, no dejar al animal solo en el interior del vehículo y hacer paradas de descanso, al menos, cada dos horas. Si necesitas una protección extra, recuerda que cuentas con nuestros seguros de coche. ¡Infórmate con nuestros asesores y pide un presupuesto sin compromiso!
Además, ahora, si tienes un perro, recuerda que será obligatorio tener un Seguro para perros que te proteja frente a la responsabilidad civil de sus actos. Este seguro cubrirá los costes de posibles indemnizaciones que debas pagar como consecuencia de incidentes causados por tu perro a otras personas o propiedades.