La humedad es la principal responsable de la aparición del moho, un hongo que aparece tanto en las paredes como en alimentos descuidados en el fondo de tu despensa. Por increíble que aparezca, el moho forma parte de la familia de los hongos junto a las setas y la levadura, y aunque hay miles de clases distintas, los que suelen afectarnos más en nuestra vida diaria son las cladosporium, penicillium, alternaría y aspergillus. Muchas veces, estos hongos aparecen por un tema de humedades (muchas veces en techo y paredes). Consulta nuestro comparador de seguros de hogar y revisa que modalidades pueden ayudarte con este problema.
Más allá de un tema higiénico o estético, el moho en nuestro hogar favorece la aparición de afecciones en las vías respiratorias, fiebre, tos y rinitis, siendo los niños los más vulnerables. Una exposición prolongada al moho, puede incluso llegar a afectar de manera grave a personas que sufran de asma o de alergias relacionadas. Si hablamos de enfermedades, el moho es el causante del llamado ‘síndrome del edificio enfermo’, apreciado generalmente en edificios modernos que suelen ser herméticos y contar con pocos canales de ventilación y renovación de aire.
Por estas razones es fundamental que cuidemos nuestras paredes durante el invierno, que al ser la época más fría y húmeda del año favorece su aparición. ¿Cómo evitar entonces que nuestra casa se ‘enferme’ y qué hacer para ‘sanarla’ en caso de que ya se esté viendo afectada?