La mala convivencia entre vecinos solo juega en contra de todos los propietarios del edificio y es, a su vez, uno de los problemas más comunes a los que se enfrentan las comunidades. En el caso de los propietarios que habitan su propiedad, un vecino es para siempre y es imprescindible forjar una buena relación con las personas que ocupan los pisos contiguos al tuyo. Una manera de mejorar la relación con tus vecinos es evitar conflictos innecesarios en cuestión de averías y derramas, por eso, contratar un seguro de comunidad es imprescindible para hacer frente a futuros incidentes. Hacer que las relaciones sean fluidas, no solo ahorra problemas futuros, sino que puede convertir a tus vecinos en verdaderos aliados que, en casos verdaderamente exitosos, pueden encargarse de tus mascotas en un momento de necesidad o guardar una llave de repuesto de tu piso para casos de emergencia.
¿Cómo se llega hasta ese punto? Y sobre todo, ¿qué podemos hacer nosotros como inquilinos o propietarios nuevos para adaptarnos al ambiente del edificio de la mejor manera? Hemos estado reflexionando sobre las dinámicas vecinales y queremos compartir a continuación algunos consejos que pueden servirte para evitar una situación de conflicto.