Está claro que el ahorro debe permitirnos cumplir muchas de nuestras metas, pero también a hacerle frente a las situaciones más complejas que llegan sin avisar. En cualquier caso, como en muchos otros ámbitos de nuestras vidas, cuando hablamos de ahorrar, también es necesario plantearnos un objetivo.
La compra de una nueva vivienda, la educación de nuestros hijos o las vacaciones familiares. Todo debe estar debidamente distinguido con la finalidad de evitar, en la medida de lo posible, tomar los recursos ahorrados para un fin y utilizarlos para complacer otro capricho.