¿Qué tipos de excedencia existen y cómo afectan a tu empleo?

La excedencia laboral es un derecho reconocido en la legislación que permite al trabajador suspender temporalmente su contrato de trabajo. Durante este periodo, el empleado deja de percibir salario y de desempeñar sus funciones, pero no pierde el vínculo con la empresa. Existen diferentes modalidades de excedencia, cada una con requisitos y efectos particulares.

Entre sus características principales se encuentran:

• La suspensión del contrato de trabajo durante el periodo establecido.

• La preservación de ciertos derechos, como el reingreso, dependiendo del tipo de excedencia.

• La voluntariedad en algunos casos, frente a la obligatoriedad en otros.

La excedencia voluntaria es una opción que el trabajador puede solicitar sin necesidad de justificar una causa específica, aunque deben cumplirse ciertos requisitos:

• Tener, al menos, un año de antigüedad en la empresa.

• Solicitarla por escrito y con un plazo de antelación razonable.

Este tipo de excedencia tiene una duración mínima de cuatro meses y un máximo de cinco años. Una vez finalizado el periodo, el trabajador tiene derecho preferente a reincorporarse a su puesto, aunque este no está garantizado si la plaza ha sido ocupada por otro empleado.

La excedencia forzosa es aquella que la empresa está obligada a conceder al trabajador bajo determinadas circunstancias, como:

• La designación del empleado para un cargo público que imposibilite la prestación de servicios.

• La realización de funciones sindicales a nivel provincial o superior.

En estos casos, el trabajador conserva el derecho a la reserva de su puesto de trabajo y a la antigüedad acumulada durante el periodo de excedencia.

Este tipo de excedencia está destinada a atender las necesidades de cuidado de hijos menores de tres años. Entre sus condiciones destacan:

• Puede ser solicitada tanto por el padre como por la madre.

• Es posible fraccionarla en periodos más cortos dentro del límite establecido.

La excedencia por cuidado de familiares permite atender las necesidades de parientes hasta el segundo grado de consanguinidad o afinidad que, por razones de salud, no puedan valerse por sí mismos. Los requisitos incluyen:

• Acreditar la situación de dependencia del familiar.

• Solicitarla por escrito, especificando el periodo de duración.

El proceso de solicitud incluye:

• Carta formal dirigida a la empresa: Detallando el tipo de excedencia, los motivos (si procede) y el periodo solicitado.

• Aportar documentación adicional: Como certificados médicos o acreditaciones legales, según el tipo de excedencia.

Es fundamental respetar los plazos indicados en el convenio colectivo de la empresa. Además, se recomienda conservar copias de toda la documentación presentada y confirmación escrita de la aceptación por parte de la empresa.

Una vez que conoces qué tipos de excedencias existen habrás podido constatar que suponen una herramienta valiosa para equilibrar la vida personal y profesional. Sin embargo, para minimizar los impactos financieros y sociales, resulta conveniente planificar este periodo con antelación para mantener la estabilidad económica y aprovechar al máximo esta etapa.