Precio de un seguro de vida: ¿de qué factores depende?

Aunque este tipo de póliza garantiza cierta previsibilidad económica, el precio del seguro de vida es un detalle no menor a tener en cuenta. De hecho, la prima puede variar no solo en función de la empresa, las coberturas o el capital a asegurar, sino de las circunstancias personales.

Por lo general, las aseguradoras son las encargadas de fijar el precio de los seguros de vida. Para ello, se analizan los factores de riesgo y se establece el precio final de forma personalizada. Estos son algunos de los elementos que tienen en cuenta.

Uno de los primeros datos que tiene en cuenta cualquier aseguradora es la edad. La razón es sencilla: cuanto más joven es el tomador del seguro, menor es la probabilidad de fallecer. Dicho de otro modo, el riesgo de que la compañía de seguros deba realizar un pago anticipado se reduce cuando la edad del asegurado es inferior. Al menos, en teoría. Por tanto, cuanto mayor sea tu edad, también lo será el precio del seguro de vida.

Aunque la mayoría de ocupaciones se desarrollan en condiciones de máxima seguridad, no todas las profesiones entrañan el mismo riesgo. Es el caso de los conductores de vehículos pesados o trabajadores de la construcción. Además, el seguro de vida cubre tanto el fallecimiento natural como el accidental, de modo que la compañía de seguros querrá conocer tu ocupación para evaluar el peligro que conlleva. 

Otros de los factores que valora la entidad aseguradora en el momento de fijar un precio para el seguro de vida son los problemas de salud. Las enfermedades que hayas experimentado antes de la contratación de la póliza, así como otras circunstancias de esta índole, son detalles que la compañía de seguros necesita conocer. Episodios de cáncer, depresión, accidente cerebrovascular, problemas hormonales e hipertensión son tan solo algunos ejemplos de las patologías a partir de las cuales se definirá el riesgo como cliente y, por tanto, el precio final del seguro de vida. 

La práctica de deportes extremos, el consumo regular de tabaco, alcohol u otras drogas, el sedentarismo y otras costumbres que pueden causar enfermedades o riegos para la salud aumentan el precio de la póliza de vida.

El tabaquismo es un factor aparte, ya que es uno de los hábitos más serios y potencialmente mortales, y, por tanto, que más incrementan el precio del seguro de vida. De hecho, si el tomador del seguro es una persona joven, que cuenta con un estado de salud excelente, pero es fumador habitual, el coste de la prima será más elevado.

Las circunstancias personales no son las únicas que pueden incrementar la prima del seguro de vida. De hecho, existen otras razones que conllevan, de inmediato, un aumento en el precio de la póliza: el capital a asegurar y las coberturas adicionales.

Por una parte, y en caso de fallecimiento, cuanto más elevada sea la cantidad de dinero que reciban los beneficiarios, mayor será la prima a pagar. Por otro lado, la cobertura de invalidez y enfermedades graves también incrementará el precio del seguro de vida.

 

A la hora de contratar una póliza es importante tener en cuenta el coste de la misma. No obstante, las circunstancias de cada persona son únicas, de modo que el precio del seguro de vida puede variar considerablemente. De todos modos, no solo hay que considerar factores como la edad o el estilo de vida, sino también las necesidades personales. Por ello, te recomendamos comparar precios y ofertas, considerar la posibilidad de contratar un seguro de vida junto a la hipoteca y contactar con un experto que pueda asesorarte adecuadamente. De esta forma, el precio del seguro de vida se ajustará a la perfección.