Además de saber qué pasa si el beneficiario de un seguro de vida fallece, una de las dudas que suelen tener las personas que se plantean contratar un producto de este tipo es si el seguro de decesos y el de vida sirven para cubrir los mismos siniestros.
Aunque ambos seguros se activan cuando fallece el asegurado, no cubren las mismas situaciones. Una póliza de decesos cubre los gastos relacionados con el funeral del asegurado y todas las gestiones administrativas que un evento de esta magnitud genera. Por el contrario, el seguro de vida ofrece una indemnización económica a los beneficiarios tras la muerte del asegurado.
Teniendo estas diferencias claras, veamos quién es el beneficiario de una póliza y quién cobra la indemnización en caso de que este fallezca antes que el propio asegurado.