Teniendo todo lo dicho en cuenta, es conveniente empezar a pensar en un seguro de vida entre los 30 y los 50 años, que es la edad en la que es más fácil contar con una cierta estabilidad y tener una familia o un patrimonio.
Lo más recomendable es que cuando nos independicemos económicamente tengamos en cuenta la posibilidad de asegurarnos, en particular si alguien depende de nuestros ingresos. Saber que nuestros seres queridos están protegidos, en el caso de que nos ocurra algo, nos dejará más tranquilos.
Resumiendo, aunque puedas contratar un seguro después de los 65 años, hacerlo con tiempo supone bastantes ventajas. Por lo contrario, una mayor edad supone un seguro de vida con algunas limitaciones:
- La prima será más alta.
- No podrás contratar todas las coberturas opcionales ni todos los servicios.
- Tendrás que cumplir con unos requisitos de salud más estrictos, en algunos casos podrás hacer un cuestionario mientras que en otros te pedirán pasar por una revisión.
Actualmente, la esperanza de vida es mayor que hace un tiempo, según el Instituto Nacional de Estadística en España, esta alcanzaría los 83 años de media. Por lo tanto, también la edad de jubilación se ha retrasado respecto a décadas anteriores: hoy es más probable que con 65 años sigamos trabajando y que seamos más activos, así que por consecuencia tendremos más riesgos de sufrir accidentes. Por supuesto, también las compañías se están adaptando a esta tendencia y es previsible que la edad máxima para asegurarnos se amplíe en un futuro.
Ahora que ya conoces la edad límite de los seguros de vida, puedes solicitar la póliza que más se ajuste a tus necesidades.
Si quieres saber más o si tienes cualquier pregunta, te invitamos a consultar con nuestros expertos a través del siguiente formulario. Las indicaciones de un profesional que pueda estudiar tu caso te ayudarán a salir de dudas y a contratar el mejor seguro para tu perfil.