Cuando de proteger el futuro económico de tus familiares o de las personas que dependen de ti se trata, contratar un seguro de vida a todo riesgo es la mejor decisión. Ante una situación dramática como tu fallecimiento o un accidente que te impida trabajar de manera permanente, amortiguar tu capacidad monetaria es prácticamente imprescindible. A continuación, te explicamos cómo un seguro de vida contra todo riesgo puede ayudarte a ti y a tus seres queridos a salir a flote en medio de una situación dramática.
Seguro de vida a todo riesgo

Los seguros de vida son productos pensados para ofrecer protección económica a las familias que dependen de los ingresos del titular de la póliza. En caso de fallecimiento o invalidez, el seguro de vida se activa asegurando la estabilidad económica del núcleo familiar durante un tiempo prudente hasta que este puede estabilizarse nuevamente.

Usualmente se confunde con el seguro de decesos, pero, la realidad es que son muy distintos e intervienen en circunstancias muy diferentes. Aunque ambos están relacionados con el fallecimiento de una persona, el seguro de vida ofrece distintas coberturas.

En su caso, una póliza de vida básica proporciona una indemnización a los beneficiarios de la póliza en caso de fallecimiento del titular. Sin embargo, es la modalidad a todo riesgo la que ofrece una cobertura mucho más completa en caso de invalidez temporal o permanente, fallecimiento por accidente o enfermedad grave

Una póliza de vida a todo riesgo respalda a tu familia en los momentos más complicados, pero también a ti con garantías que cubren las enfermedades graves como un cáncer de mama o infarto de miocardio. Las enfermedades que cubre un seguro a todo riesgo pueden variar en función de la compañía aseguradora,  así como los límites económicos y los períodos de carencia.
En caso de fallecimiento, gracias al seguro de vida a todo riesgo los hijos reciben una pensión o renta mensual hasta cierta edad.
Es aquella que afectaría al titular del seguro de vida en caso de que la persona sufra una enfermedad o accidente que le impida desarrollar cualquier actividad profesional. En caso de tener contratado un  seguro de vida contra todo riesgo, el beneficiario recibiría el capital asegurado.
Cuando fallece la persona que ha contratado el seguro de vida, el beneficiario tendrá derecho a reclamar la indemnización correspondiente.
Esta cobertura no suele estar incluida en las modalidades más básicas de un seguro de vida, pero sí en las de a todo riesgo. Cuando contratamos un seguro de vida, la cobertura básica de fallecimiento por cualquier causa incluye la muerte por accidente y la muerte por accidente de circulación. En caso de decidir contratar las coberturas adicionales, si se llega a producir la muerte por accidente, los beneficiarios cobrarán el doble del capital asegurado. En caso de que la muerte se produzca por un accidente de circulación, se pagaría a los beneficiarios el triple del capital asegurado.

Un seguro de vida a todo riesgo también se activa en casos de invalidez por accidente de tráfico (no incluida en ninguna otra modalidad), segunda opinión médica y orientación médica las 24 horas del día. Como el resto de tipologías de seguro de vida, el a todo riesgo también incluye el testamento notarial online y los gastos de sepelio.

¿Estás pensando en contratar un seguro de vida a todo riesgo? Desde Allianz podemos ayudarte a elegir la modalidad que mejor se adapte a tus necesidades y a las de tus familiares. Descubre todas las ventajas de ser cliente de Allianz contactando con nuestros asesores.

 

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