Todos hemos oído hablar del yoga, lo hemos probado o alguien nos ha contado que le ha cambiado la vida. Pero, ¿realmente sabemos qué beneficios reales aporta a nuestro cuerpo? Y una vez entendido lo que nos aporta, ¿hay alguna rutina para practicarlo sin morir en el intento?
 
En este artículo hablamos con el Dr. Gonzalo Santellán, senior medical expert de Allianz, y Paula Gonzalez, fundadora de Blue Bamboo, para que nos cuenten tanto la teoría como la práctica. 
El yoga, de la teoría a la práctica
El yoga es una actividad física adaptable a todas las personas, sin importar tu nivel de flexibilidad, tu edad o tu contextura corporal. La evidencia científica muestra que esta práctica ancestral, importada desde Oriente, activa una serie de mecanismos neurofisiológicos relacionados con la respuesta de relajación y reparación del cuerpo y la mente. Vamos a verlos:
  • Conexión mente-cuerpo: El yoga fortalece la conexión entre la mente y el cuerpo, mejorando la consciencia de las sensaciones corporales (interocepción), la ubicación del cuerpo en el espacio (propiocepción) y la regulación de los estados mentales (procesos cognitivos superiores), lo que contribuye a una mejor gestión de la salud y la resiliencia.
  • Regulación del sistema nervioso: El yoga activa el sistema nervioso parasimpático (respuesta de reposo y reparación), contrarrestando la activación inducida por el estrés del sistema nervioso simpático (respuesta de lucha o huida).
  • Neuroplasticidad: La práctica regular promueve la neuroplasticidad, la capacidad del cerebro para formar y reorganizar conexiones sinápticas, mejorando el aprendizaje, la memoria, la regulación emocional y el procesamiento de experiencias.
  • Reducción de la Inflamación: El yoga reduce los marcadores de inflamación en el cuerpo y estimula la respuesta inmunitaria, lo cual es crucial para prevenir y manejar diversas afecciones inflamatorias y crónicas.

  • Reducción del estrés: Se ha demostrado que el yoga reduce significativamente el estrés al disminuir los niveles de cortisol, la principal hormona del estrés. La práctica regular promueve la relajación y ayuda a manejar el estrés de manera más efectiva.
  • Mejora de los síntomas de ansiedad y depresión: Varias formas de yoga, particularmente aquellas centradas en el control de la respiración y la meditación, han demostrado reducir los síntomas de la ansiedad y la depresión debido a sus efectos calmantes sobre el sistema nervioso y la promoción de un estado consciente.
  • Mejora de la función cognitiva: La práctica regular de yoga mejora la atención, la memoria y la función ejecutiva. La combinación de posturas físicas, control de la respiración y meditación apoya la salud cerebral y el rendimiento cognitivo.
  • Salud cardiovascular: El yoga ayuda a disminuir la presión arterial, mejorar los perfiles lipídicos y mejorar la circulación. También mejora la variabilidad de la frecuencia cardíaca, un marcador de salud cardiovascular.
  • Salud musculoesquelética: La práctica regular mejora la flexibilidad, la fuerza y el equilibrio. También ayuda a manejar el dolor musculoesquelético, incluida la lumbalgia crónica, al mejorar la fuerza muscular y la postura.
  • Mejora del estado de ánimo y la regulación emocional: El yoga mejora el estado de ánimo general y la estabilidad emocional al promover la liberación de endorfinas y mejorar la variabilidad de la frecuencia cardíaca, lo cual está relacionado con una mejor regulación emocional.

Dr Gonzalo Santellan

Senior Medical Expert

Nº de Col: 50934 

El yoga, de la teoría a la práctica
Paula González, CEO de Blue Bamboo, nos cuenta Cómo Ser Yogui Durante un Día. Estas rutinas y consejos no solo te ayudarán a sentirte mejor cada día, también construirán una base sólida para una vida más saludable y equilibrada.  
En mi día a día, aplico la “ley del 1%” de James Clear. Pequeñas mejoras diarias, aunque parezcan insignificantes, llevan a grandes resultados a lo largo del tiempo. Si mejoramos solo un 1% cada día, al final del año habremos mejorado de manera exponencial. Por eso, incluso en los días más estresantes, aplico esta ley para dedicarme tiempo y cuidarme.

1. Lectura matutina: cada día, cuando me despierto, dedico unos 10-15 minutos a leer. Es importante dejar las pantallas a un lado durante la primera hora desde que nos levantamos para no alterar nuestros biorritmos. La lectura matutina nos permite iniciar el día con calma y claridad mental.

2. Activación del cuerpo: después de leer, activo mi cuerpo antes de comenzar el día. Puede ser con una clase de yoga de 20 minutos, un paseo, una sesión en el gimnasio o un paseo en bicicleta. Aplico la filosofía del "menos es más" y, aunque tenga un día largo por delante, aseguro al menos 15-20 minutos de movimiento. Esto no solo mejora mi estado físico, sino que también prepara mi mente para las tareas del día.

3. Mindfulness en el trabajo: nos esperan 8-10 horas de jornada laboral, ordenadores y muchas horas sentados. Es crucial practicar el mindfulness o la atención plena durante este tiempo. En lugar de intentar hacer 10 cosas a la vez, enfócate en lo importante. Trata de minimizar las distracciones de las redes sociales y los constantes estímulos externos.

4. Hidratación y movilidad: recuerda beber agua regularmente e intentar levantarte de la silla cada hora para mover tu cuerpo. Un breve estiramiento o una caminata de un par de minutos puede hacer maravillas para tu concentración y bienestar físico.

5. Alimentación consciente: dedica tiempo a disfrutar de tu almuerzo sin prisas. Comer conscientemente, saboreando cada bocado, no solo mejora la digestión, sino que también te ayuda a sentirte más satisfecho y conectado con tu cuerpo.

6. Micro-momentos de meditación: incorpora breves momentos de meditación a lo largo del día. Solo unos minutos de respiración profunda pueden reducir el estrés y reenergizar tu mente.

7. Desconexión digital: al final del día, intenta desconectarte de las pantallas al menos una hora antes de dormir. Este es un buen momento para reflexionar sobre tu día y practicar la gratitud.

8. Rutina de sueño: establece una rutina de sueño consistente. Un descanso adecuado es fundamental para la recuperación y para mantener el equilibrio físico y mental.

Paula Gonzalez

Fundadora de Blue Bamboo

El yoga puede ser el inicio de grandes cambios. Si estás transitando ansiedad, depresión, trastorno de estrés postraumático o estrés emocional, el yoga es una herramienta con extensa evidencia científica para mejorar tu bienestar.

Sin embargo, no siempre es suficiente y podrías necesitar otro tipo de apoyo, como el de un psicoterapeuta o psiquiatra que te ayude en el proceso.

El seguro de salud Allianz te ofrece atención exclusiva con médicos, psiquiatras y psicólogos expertos. Tienes acceso a consultas con un psiquiatra para la valoración de tu salud emocional cuando lo necesites. Si es necesario, podrás tener hasta 10 sesiones de psicología anuales para atenderte y cuidarte.

Si crees que necesitas ayuda, no dudes en pedirla. Descubre qué podemos hacer por ti.

 

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