Lo primero que debes hacer es inscribirla a tu nombre en el Registro de Vehículos de la Dirección General de Tráfico; este es el primer paso para que a nivel legal, la moto sea tuya. Sin embargo, el proceso varía ligeramente dependiendo de a quién se la hayas comprado. Usualmente, los concesionarios se encargan de toda la gestión y son ellos mismos los que te entregarán el permiso de circulación y la Tarjeta de la Inspección Técnica del Vehículo.
Si por el contrario, la compra ha sido con un particular, necesitas el contrato de compraventa (o una copia), una copia de del DNI de la persona que te la ha vendido, una solicitud de cambio de titularidad firmada por ambas partes y la documentación vigente de la moto (permiso de circulación, impuesto municipal al día y tarjeta ITV). En cualquier de los dos casos, Allianz te ofrece seguros de motos con las mejores condiciones del mercado y con asesoría constante de parte de nuestros agentes.
En caso de tener que hacerlo tú, deberás pagar el Impuesto de Transmisiones Patrimoniales y después, dirigirte a la jefatura de tráfico de tu barrio, del barrio del vendedor o de la provincia donde está matriculada la moto para abona las tasas. Por último, presenta los comprobantes de los pagos y el impreso de la solicitud de cambio de titularidad.