Si te llega una multa, lo primero que tienes que hacer es comprobar quién te la ha puesto y si tus datos personales y los de tu domicilio son correctos. Si no estás de acuerdo con la infracción notificada, entonces, en lugar de pagar la sanción, tendrás que presentar una alegación.
El plazo para recurrir una multa es de 20 días naturales siguientes a la notificación. En este tiempo, tendrás que aportar pruebas y documentos que puedan justificar los hechos por los que has sido multado.
Puedes presentar tu alegación a través de la Sede Electrónica de la DGT (Dirección General de Tráfico) o en cualquier Registro Electrónico de la Administración Pública. También puedes enviar un escrito de alegaciones a la Jefatura de Tráfico encargada de tramitar el procedimiento o de manera presencial en las oficinas de tráfico. Si te decantas por esta última alternativa, recuerda que para ser atendido necesitarás gestionar la cita previa.
Una cuestión importante a tener en cuenta es que al presentar una alegación, se pierde el derecho al descuento por pronto pago del 50%. Esto quiere decir que, si la alegación es rechazada, tendrás que pagar el monto completo.