Sin entrar en matices, cualquier persona que conduzca un coche de manera puntual estará cubierto por la póliza contratada siempre que su perfil de conductor sea muy similar al del beneficiario del seguro. Dicho de otro modo, si vas a conducir el coche de tu mejor amigo y cuentas con una experiencia al volante equiparable a la del dueño del vehículo, lo normal es que la compañía de seguros no ponga problemas a la hora de aplicar las coberturas recogidas en la póliza de coche contratada.
Sí puede existir un problema si el tomador y beneficiario del seguro permite que su hijo utilice el coche. Y es que, las aseguradoras establecen una edad mínima de 25 años (aunque hay aseguradoras que elevan este número hasta los 28 o incluso hasta los 30 años de edad) y 2 años de antigüedad con el carnet de conducir para que un conductor pueda beneficiarse de las garantías y coberturas contratadas.
Lo más aconsejable es incluir desde un inicio a los hijos jóvenes en el seguro de auto si sabemos que van a conducir el coche de manera ocasional. De esta forma se pueden evitar las noticias desagradables y lo más importante: que nuestros seres queridos queden desprotegidos ante una situación de riesgo.