No todos los autónomos pueden deducir el seguro de vida. Los beneficiarios principales son aquellos que contraten seguros que guarden relación directa con su actividad profesional o que estén vinculados a bienes que se utilicen para dicha actividad.
Por ejemplo, un autónomo que adquiere un local para su negocio mediante una hipoteca y contrata un seguro de vida como requisito del préstamo, podrá incluir este gasto como deducible. Además, los autónomos que tengan seguros de vida colectivos o contratados para garantizar responsabilidades civiles derivadas de su actividad también podrían acogerse a esta deducción.