La inversión en dividendos es un método de compra de acciones de empresas que realizan pagos periódicos en efectivo a los accionistas como recompensa por poseer sus títulos. Los dividendos pueden proporcionar un flujo constante de ingresos, además de la posibilidad de ver un crecer su cartera si las acciones se revalorizan.
Los dividendos son pagos que una empresa hace a sus accionistas. Cuando posees acciones que pagan dividendos, recibes una parte de los beneficios de la compañía, lo que puede ayudarte a obtener ingresos.
Las empresas suelen pagar dividendos en efectivo trimestralmente, y si los beneficios de la empresa aumentan a lo largo de los años, el importe del dividendo también puede elevarse. Estos también pueden pagarse con cargo a los beneficios no distribuidos de la empresa, que es una especie de cuenta de ahorro con los beneficios acumulados a lo largo de los años. Las empresas también pueden pagar dividendos en acciones, lo que significa que dan títulos en lugar de efectivo.
Históricamente, debido a su menor volatilidad, las acciones con dividendos suelen ser atractivas para los inversores que buscan inversiones de menor riesgo, especialmente los que están jubilados o a punto de retirarse. Pero los dividendos pueden ser arriesgados si no se sabe qué evitar. Como siempre, hay que saber separar el grano de la paja.