Construir de cero un patrimonio personal requiere de contar con ciertos conocimientos o, como mínimo, buscar la ayuda de un asesor financiero. En el mundo de las inversiones las opciones son muchas, pero no todas aplican para todos los perfiles, por lo que para poner nuestro dinero a trabajar por nosotros es necesario ser cautelosos y pacientes, entre otras tantas cualidades que se deben poseer.
Apostar por fondos de inversión que nos generen la rentabilidad que esperamos es una de las formas más seguras de hacer crecer nuestro capital, no obstante, existen otras herramientas como los controversiales hedge funds o fondos de inversión libre que funcionan como vehículos de inversiones colectivas manejadas por gestores que se dedican a invertir el dinero de los clientes en diferentes tipos de activos financieros. Así pues, son ellos quienes deciden qué exposición va a tener el dinero y cómo será distribuido el capital a invertir.
La finalidad de los hedge funds, como la de cualquier otro producto de inversión, es conseguir la mayor rentabilidad posible y para ello aplican una serie de estrategias que están al alcance de los gestores y firmas especializadas con un nivel de experiencia alto. Sus movimientos pueden depender de situaciones coyunturales, es decir, marcadas por la situación del mercado o bien por las derivadas de acontecimientos importantes como la fusión de grandes empresas o la quiebra comercial de un negocio de gran repercusión.