Al igual que los coches, la vida útil de una moto depende de los cuidados que le des, los kilómetros que recorras y el manteniendo que reciba mientras la tengas contigo. También inciden la marca y el lugar donde se utilice, ¿pero cómo saber cuándo ha llegado el momento de cambiarla?
Las motos son uno de los medios de transporte más populares sobre todo en grandes ciudades, por su rapidez con la que sortear los atascos y lo cómodas que resultan para desafiar la rutina diaria.
La mayor desventaja que se le suele atribuir es que son más propensas a ser objeto de accidentes de tráfico, y aunque esto no sea del todo mentira, tampoco es del todo cierto: la educación vial cada vez es mayor cuando se trata de las motos y las bicicletas, dos de los medios de transporte que compiten con los coches en la vía y que por su tamaño requieren especial atención cuando vamos como conductores.
Pero volvamos a la vida útil de tu moto. Es normal que con el correr de los años, nuestra moto vaya acumulando fallos y averías que resientan nuestro bolsillo y llegue un momento en el que nos preguntemos si nos saldría más a cuenta cambiarla que seguirla reparando.
Lo cierto es que para esa pregunta no hay una única respuesta; los fabricantes le dan un tiempo medio de vida de 12 a 15 años, siempre teniendo en cuenta el mantenimiento y los cuidados que se les dé. Muchas de las partes de una moto requieren cambios y revisiones periódicas como el aceite, el refrigerante y la cadena, que de no hacerse pueden acelerar su deterioro.