Los tipos de interés es el precio que se paga por el dinero. Cuando los tipos de interés son altos, a las empresas y a los particulares les sale mucho más caro pagar un crédito, así que la actividad económica tiende a mantenerse en niveles moderados; al mismo tiempo, y al no haber una gran demanda de bienes, los precios tampoco aumentan en exceso. Cuando los tipos de interés son bajos, la remuneración de los productos de ahorro tradicionales (depósitos a plazo, por ejemplo) es muy baja, por lo que el ciudadano aumenta su interés por la rentabilidad que le ofrecen la bolsa y otros  productos financieros.
¿Te llamamos?
Déjanos tu teléfono y nos pondremos en contacto contigo
Asesoramiento jurídico y médico
 Llama de lunes a jueves de 9.00h a 18.00h y viernes hasta las 17:00h