Cuando un deudor se declara insolvente, se emprende un proceso judicial con el objetivo del deudor ante sus acreedores de reducción, rebaja y/o aplazamiento de la deuda i así llegar a un acuerdo entre ambas partes. Los beneficios resultantes de este proceso judicial por parte del deudor son el Quita (condonación total o parcial de la deuda) y el Espera (asignación de mayor plazo de pago de la deuda), siendo la combinación de ambas la más habitual.
Son también conocidos como beneficios extraordinarios de quita y espera.