La Institución de Heredero es un acto en la que una persona (o testador) designa quiénes serán las personas que recibirán los bienes tras su fallecimiento. Eso sí, siempre debe cumplir con la premisa de no desheredar a ninguno de sus descendientes, ya que por ley le corresponde un determinado porcentaje. A esto se le conoce por el nombre de la “legítima” y es crucial tener esto claro en el momento de contratar determinados seguros, como puede ser el seguro de vida o el seguro de decesos.
La importancia de la institución de heredero en los seguros
En el seguro de vida, la institución de heredero (o beneficiario que percibirá una determinada cantidad de dinero tras el fallecimiento del asegurado) será vital para poder darle a cada persona lo que la persona fallecida deseaba. Esta es una manera de asegurar el bienestar de aquellos familiares que estaban a cargo del asegurado, como pueden ser hijos que aún no tienen la edad legal para independizarse, para que puedan cubrir sus gastos.
También, en el seguro de decesos la institución de heredero es fundamental, puesto que hay modalidades en las que se incluye el poder hacer el testamento con la suficiente antelación para que nada quede a disposición del azar. La flexibilidad para poder cambiarlo cuando el asegurado lo desee, incluso de cambiar a los herederos o los bienes que percibirán, es algo destacable en la institución adecuada de heredero.
En definitiva, la institución de heredero es un término clave en el mundo de los seguros con el que se alude a esa sucesión de bienes y obligaciones a título universal a una o varias personas que tomarán posesión de aquellas propiedades y deberes que la persona que haya fallecido tenía bajo su nombre. Cabe decir que, también, en el caso de que las hubiere, se heredarían las deudas que estuviesen vigentes.