El Interés Fijo es un valor inalterable y constante durante la duración de un préstamo o inversión. Esta tasa de interés se establece al inicio de la financiación.
El interés fijo suele aplicarse a créditos de vencimiento anual y operaciones a corto plazo. Sin embargo, cada vez es más habitual encontrarlo en hipotecas. De esta forma, los clientes pueden conocer el importe definitivo de la deuda y evitar el riesgo de que la cantidad a devolver incremente de forma drástica.
Características del interés fijo
Los pagos mensuales que se realizan para devolver el préstamo son los mismos desde el principio hasta el final del periodo. Por tanto, algunas de las características del interés fijo son:
- Estabilidad: el interés fijo proporciona tranquilidad y seguridad financiera. Al fin y al cabo, el cliente no se verá afectado si las tasas de interés aumentan de forma significativa. Este tipo de interés ofrece estabilidad en un entorno económico cambiante.
- Previsibilidad: es una de las ventajas principales del interés fijo. El cliente puede saber exactamente la cantidad que debe abonar cada mes. De este modo, puede planificar su presupuesto y evitar pérdidas si las tasas de interés aumentan en el mercado.
- Ausencia de beneficios: si se produce una reducción de las tasas en el mercado, el cliente continuará pagando la tasa fija acordada. Es decir, podría perder la oportunidad de reducir los costes de financiación.