Una correduría de seguros es una entidad que actúa como intermediaria entre las compañías aseguradoras y los clientes que desean adquirir una póliza. Para ello, la correduría realiza su actividad sin mantener vínculos contractuales con las entidades aseguradoras. Es decir, se mantiene independiente e imparcial. De esta forma, la correduría de seguros puede ofrecer la cobertura que mejor se adapte a las necesidades del cliente.
La persona encargada de mediar entre el cliente y la entidad aseguradora es el corredor de seguros. Este profesional ofrece información sobre las cláusulas de la póliza y realiza las gestiones y los trámites relacionados con el seguro. De hecho, el corredor de seguros representa al cliente ante la compañía tanto en el momento de la contratación como en el caso de que se produzca un siniestro. La correduría también se encargará de cancelar el seguro si el cliente está descontento con la entidad y de buscarle una nueva compañía.