Una Anualidad es el periodo durante el que normalmente se contratan las pólizas de seguro. Este consta de doce meses naturales consecutivos y no tiene por qué coincidir con el año natural. Es decir, la anualidad puede iniciarse en cualquier mes.
La anualidad es el periodo de tiempo más
usado por las compañías de seguros para ofrecer un precio cerrado al cliente. De esta forma, el tomador del seguro puede conocer el coste del servicio que contrata durante un año. Esto no quiere decir que el cliente deba abonar el importe completo de la anualidad. De hecho, muchas aseguradoras ofrecen la posibilidad de fraccionar el pago. Algunas de las alternativas más habituales son:
- Mensual. La anualidad se divide entre los doce meses. De esta forma, cada mes se abona una doceava parte del precio total.
- Trimestral. Es el resultado de dividir la anualidad entre cuatro. Es decir, se realiza un pago cada tres meses.
- Semestral. La anualidad se divide en dos. Por tanto, se realizan únicamente dos pagos al año, generalmente uno al comienzo de la contratación del seguro y otro pago seis meses después.
Llegada la fecha de vencimiento, el cliente podrá renovar su póliza con la misma aseguradora a través de una anualidad prorrogable o contratar una nueva póliza en otra compañía.