Llamamos All Risk (all risk policy) a las pólizas a todo riesgo que actúan como cobertura para asegurar todos tipo de peligros que puedan afectar a una persona, excepto aquellos riesgos específicamente excluidos.
La póliza All Risk es muy amplia, más completa que la póliza de seguros a terceros y puede ayudar al asegurado en numerosas situaciones de riesgo. Sin embargo, cuando contratamos esta modalidad de seguros, siempre quedan excluidas situaciones en las que no estaremos cubiertos. Cada aseguradora tiene la libertad de añadir más o menos coberturas y ofrecer al usuario diferentes opciones.
Por ejemplo, en el seguro de automóviles, una póliza a todo riesgo cubre los riesgos habituales en el uso de vehículos a motor. Estos son:
La póliza All Risk ofrece al usuario dos modalidades distintas de contratación, el seguro a todo riesgo con franquicia o sin franquicia:
Con franquicia: el usuario asume una cantidad pactada con la aseguradora en caso de siniestro. Esta cantidad será porcentual o fija, en función de la entidad.
Sin franquicia: el usuario recibirá un seguro íntegro de todas las coberturas que haya elegido, aunque la prima será siempre más alta que la de una póliza All Risk con franquicia.